Estaba en silencio. A su alrededor, la gente hablaba un idioma que aún le cuesta comprender. Era un pichoncito. Mientras los flashes y las cámaras le daban y le daban. A su derecha estaba Ezequiel Muñoz, jugador argentino ex Boca del Palermo. A su izquierda, el director general de su nuevo club, Giorgio Perinetti.

Escuchó elogios y más elogios sobre su apellido. Tomó la camiseta rosa con el 9 que dice Dybala en la espalda. Y ahí empezó a caer. Empezó a darse cuenta que arrancaba, por fin, una nueva etapa.

Paulo Dybala fue presentado ayer en el que será su club por los próximos cuatro años: el Palermo italiano. Realizó la conferencia de prensa, posó con la camiseta y, después, volvió a hacer lo que más le gusta. Lo que disfruta. Jugar a la pelota. Sí, porque entrenó por primera vez con sus nuevos compañeros.

Allí se lo vio pegado al Mudo Vázquez todo el tiempo. Intercambiando chistes, poniéndose en onda junto a quien será su gran compinche en esta nueva aventura. El 10 ex Belgrano cumplirá la función de “hermano mayor”. Y así lo entienden los dos. La Joya se puso rápidamente a las órdenes de su nuevo DT Giuseppe Sannino. Y empezó a conocer a sus nuevos compañeros. Donde hay jugadores tan carteludos como Miccoli, con quien seguramente jugó alguna vez en su PlayStation. Ahora le hacen chistes y se ríen junto a él, mientras se refresca después de la práctica.

“Espero hacer las cosas que pude hacer en Argentina y tener una buena temporada. Esto es un sueño para mí. Voy a tratar de ofrecer todo lo que puedo aportar en el campo. Fui bien recibido y me siento cómodo. Se habían hablado muchas cosas antes de arribar, pero sabía que era un lindo club, es un lindo club ahora que lo conocí. Hay muchos jugadores argentinos que me pueden ayudar. Me gusta mucho Palermo, estoy muy cómodo y no me arrepiento de nada”, dijo Paulo como primeras palabras.

Antes, el director general Perineti le había tirado flores de lo lindo. “Es un escorpión. Siempre he dicho que los grandes delanteros son todos los escorpiones, al igual que Maradona... Tuve el placer de trabajar con Maradona en el Napoli, ahora estoy cerca de otro joven argentino. Espero que este hilo traiga la mejor de las suertes para Palermo”, dijo el directivo y agregó: “Es una gran promesa, ya demostró sus cualidades, Y ahora debe tener la libertad de crecer en una realidad particular como nuestro fútbol. Se roba todo con sus ojos, tiene una gran personalidad. Espero que siempre siga creciendo y que se mantenga pensando que siempre el mejor gol es el siguiente. Bienvenido, Paulo”.

La negociación. “Tomé todo con tranquilidad. Sabía que mis representantes hacían las cosas bien y quieren lo mejor para mí. Cuando me dijeron que estaban las cosas bien con Palermo, les dije que vayamos para adelante. Que era un lindo lugar para jugar, para mostrarse, para hacer las cosas que hice. Siempre tuve esa tranquilidad, sabía que todo podía salir bien”, agregó Paulo, dejando atrás una novela que lo tuvo a maltraer.

“El número 9 es un número que me gusta mucho. En la Argentina lo utilicé durante 40 partidos y las cosas me han salido bien. Hablé con Franco Vázquez antes de llegar a Palermo, porque lo conozco, él es de Córdoba, pero me siento cómodo con todos los sudamericanos e incluso con los italianos. Sin embargo, tengo una excelente relación con todos los sudamericanos”, agregó el Principito, quien destacó que “viene a aprender”. Y aclaró que no es el sucesor del Kun Agüero, como lo comparó el presidente del Palermo hace un tiempo. “Yo quiero ser yo mismo, para mejorar y crecer”, avisó.

“Ahora sólo pienso en hacer una buena preparación. Después en el campeonato y en tratar de llevar al Palermo a lo más alto. ¿Pastore? Es un gran jugador, pero yo sólo pienso en crecer aquí en Palermo, quiero hacer un gran campeonato. Agradezco todo el afecto recibido. Quiero repetir todo lo que hice en Argentina”, cerró, mientras Muñoz oficiaba de traductor ante los medios.

Pronto, Paulo Dybala empezará a hablar en la cancha. Con la camiseta del Palermo.